Escrito por : Vanessa RodrÃguez Messina
Frente a nosotros tenÃamos una
maravillosa vista del mar azul turquesa, varios catamaranes cruzaban llenos de
turistas y nosotros empezamos con entusiasmo a recorrer el camino que no
llevarÃa a la cueva del Puente, que según nos dijo el guardia estaba ubicada a tres kilómetros de donde nos
encontrábamos.
Como si fuéramos unos carajitos, gritábamos cuando nos cruzaba una mariposa o un cangrejito aparecÃa. – ¡Aquà hay algo interesante gritó Mel ¡– era un maquey (cangrejo) saliendo y entrando de su concha, nos acercamos e hicimos un cÃrculo alrededor del animalito, cámara en mano, pero ¡stop! No vamos a tomar todos la misma foto, hay que buscar originalidad y respetar al “dueño” de la imagen. Amén.
Y el sol fue subiendo, asà mismo
el calor, los mayes y nuestra desesperación por encontrar inspiración dentro
del estrecho camino que recorrÃamos,
bordeado de árboles y hojas secas, sin ningún atractivo visual y cada vez
sentÃamos más como las piedras – con
todo y tenis- nos “puyaban” la planta de los pies.
- Nooo, se trata de una mariposa
nativa llamada mámol haitiana, la Hamadryas amphychloe. Pero el problema era que a pesar
la buena intención de Rafael para que
captáramos los pajaritos, las avecillas
no nos daban tiempo ni para encender la cámara.
Willy sabÃa lo que querÃa y se
tiraba al suelo buscando con su zoom insectos y abejita, mientras que todos nos
quejábamos de lo largo del camino.
De pronto Cesaryna gritò que un
pájaro la habÃa tocado y ahà mismo se
armó el “juidero”, mientras Rafael calmado explicaba que eran inofensivos murciélagos que habitaban
la cueva, varios de los presente salimos corriendo y juramos que no
Ãbamos a entrar de nuevo ahÃ, que mejor tomarÃamos las fotos por la zona del
mar.
Los más valientes decidieron
quedarse y llegar al final del túnel, que los comunicó con otra galerÃa y
cuevas, con espacios a cielo abierto donde pudieron tomar algunas fotos.
El Buquicito
Enero del 2016
Por una chepa caà en el Segundo
Taller Fotográfico impartido por Karina Narpier reconocida cineasta y fotógrafa dominicana
residente en Madrid, que por vocación, se toma el tiempo para venir a compartir
sus amplios conocimientos con sus compatriotas, impartiendo unos cursos intensivos
de FotografÃa Profesional gratuitos, que de cobrar por el mismo el precio
rondarÃa entre los siete mil dólares o cinco mil euros.
Enero del 2016
Con Karina Narpier en el centro |
Como ella viene por poco tiempo,
el taller es super intensivo - entre
clases y prácticas hacen un total de 45
horas - , ya que pone todo su empeño en que
verdaderamente cada quien entienda con claridad los conceptos de la fotografÃa
profesional, como decÃa el anuncio, desde la cámara inicial, hasta la foto
final.
Dentro del programa, Karina llevó
como invitado a su padre, otro famoso cineasta Omar Narpier, quien nos deleitó
con sus conocimientos sobre el uso de las luces, especialmente en retratos y
por supuesto fue una práctica sin ningún
desperdicio.
Grupo Toscani el dìa de la Exposiciòn |
Lo más importante del taller fue
la motivación que sembró Karina en todos sus alumnos y el entusiasmo que nos
inyectó, especialmente en las prácticas y el trabajo final, que consistió en ir
en grupo a una reserva o parque nacional, con el propósito de lograr fotografÃas con las técnicas aprendidas, para
de tres , escoger una, y luego hacer una
exposición colectiva, donde las mejores fueron galardonadas.
Lo más esperado por los
participantes fue poner en práctica los nuevos conocimientos y organizarse para
ir en trulla al lugar escogido.
La aventura de nuestro grupo –
Oliviero Toscani – empezó el viernes a las seis de la mañana, cuando con cámara
en mano, agua, repelente , picadera,
lentes, trÃpodes y el mejor de los ánimos salimos hacia el Parque del Este,
ubicado en Bayahibe.
Y mel encontrò un Maquey |
La idea era ir en caravana, pero
los muchachos tenÃan tanta fiebre que querÃan salir a la cinco de la madrugada
y nosotras , luego de analizar el horario decidimos darle gabela y combinamos
para reunirnos en el parque, en la zona llamada Guaraguao.
Yo iba al volante, en varias
oportunidades habÃa manejado por la zona y pensé en ir por la carretera del
Coral para no tener que pasar por La Romana, pero que va … me volé la entrada a
la “pista” y tuve obligatoriamente que cruzar por el pueblo.
Iba bien,
después que pasamos la entrada a Casa de Campo, habÃa un operativo
militar y nos detuvieron para verificar los papeles del carro y mis documentos, le preguntamos la ruta hacia el parque
y me indicaron que siguiera derecho. Asà lo hicimos, pero nos encontramos con un
tramo de la carretera sin asfalto y nos devolvimos, con tan mala pata que caÃmos en la pista, pero en sentido contrario a
nuestro destino. Busqué el retorno más
próximo y seguà las instrucciones de los letreros y que creen ? llegamos de
al pueblo , esta vez por otra entrada. O sea, que cruzamos de nuevo y
volvimos a pasar de frente a los guardias que intentaron detenernos pero cuando
nos vieron lo que hicieron fue reir.
Vete alanta, que estoy cansada |
Lali buscando foco |
Y llegamos a Guaraguao, donde
empieza el parque , allà nos esperaba el grupo y el guardacampestre. Si no lo sabÃan, hay que solicitar un permiso
y pagar en la entrada. Si es para tomar
fotografÃas profesional, la tarifa es más alta. Gracias a un arreglo de Karina con el Ministerio de Medio Ambiente, fuimos
exonerados.
La Aventura
Rafael y Cesaryna vieron una abejita |
Como si fuéramos unos carajitos, gritábamos cuando nos cruzaba una mariposa o un cangrejito aparecÃa. – ¡Aquà hay algo interesante gritó Mel ¡– era un maquey (cangrejo) saliendo y entrando de su concha, nos acercamos e hicimos un cÃrculo alrededor del animalito, cámara en mano, pero ¡stop! No vamos a tomar todos la misma foto, hay que buscar originalidad y respetar al “dueño” de la imagen. Amén.
Rafael y Mel buscando una foto |
Mi amiga Lali y yo nos
desesperábamos por llegar a la bendita cueva, Rafael, que es ecologista furibundo habÃa visitado varias veces el lugar nos alentaba y decÃa que estábamos llegando, o ante cualquier
ruido exclamaba:
- ¡ oh un zumbador, lo escuchan?¡
o ¡ pericosss ¡ en un momento determinado voceó ¡ una mármol, una mármol –
yo en mi desconocimiento del tema de los pájaros, pensé que habÃa encontrado
una piedra y le contesté que si podrÃa ser una cantera …
Mel, Cesaryna y Miguel |
Miguel , por su robusta
constitución fÃsica era el “mochilero”, iba cargando lo más pesado y para
colmos se le quedó el agua dentro del carro, o sea que el pobre iba casi
deshidratado. Luego apareció un gatorade que
tuvimos que compartir como buenos hermanitos.
Lali encontrò este coral seco |
Por fin vimos la cueva y sorpresa!! en la
entrada habìa un gran letrero que prohibÃa tomar fotos con flash .... De inmediato
recordamos la clase de imagenes en la noche, y dijimos que era “pan comido” … Y empezamos a entrar ,
el interior estaba negro como la noche, ni siquiera la palma de la mano
podÃamos vernos. De nada servìan las
luces de los celulares, ni la pequeña linterna que me prestó el guardacampedre.
Con mi hija Ariadna Sà nchez y la foto que tome en Bayayibe que fue seleccionada para la exposiciòn "Atardecer en el Este" |
Metamorfosis Floral, de Miguel Silvestre, mención de honor Grupo Toscani |
Exhaustos y sudando la gota gorda llegamos a la caseta
del guarda campestre, donde almorzamos y luego de un breve descanso procedimos
a tomar fotos del área, tratando de ser no repetir los mismos escenarios. Algunos se dieron un chapuzón y clamaron por
algún pescadito frito que se propusieron comer en el camino.
Miguel se la lució con un traje que confeccionó especialmente para fotografiar a Cesaryna, la maquilló y al final terminaron dentro de agua, mojados, el lazo negro de tul volando , pero logró unas fotos hermosas. Joseph fue otro que también sirvió de modelo.
Miguel se la lució con un traje que confeccionó especialmente para fotografiar a Cesaryna, la maquilló y al final terminaron dentro de agua, mojados, el lazo negro de tul volando , pero logró unas fotos hermosas. Joseph fue otro que también sirvió de modelo.
El marco de la historia por Isabel Méndez, mención de honor, Grupo Toscani |
Ya de regreso seguimos ubicando
paisajes, verificamos la hora de la puesta del sol y haciendo algunas paradas
en la carretera. El caso es que hicimos
nuestro mejor esfuerzo para lograr buenas fotos, y sobretodo intercambiamos conocimientos relativos a las cà maras y el manejo de las mismas.
Y valió la pena. En la premiación final, de las cinco fotos que recibieron mención de honor, dos de ellas fueron de nuestro grupo.
Y valió la pena. En la premiación final, de las cinco fotos que recibieron mención de honor, dos de ellas fueron de nuestro grupo.
Por mi parte no logré la foto perfecta, pero sì ganè buenos amigos, cada uno con habilidades y destrezas, y puedo decir que nuestro grupo "Oliviero Toscani" darà mucho que hablar en los grupos fotogrà ficos.
Otros enlaces: www.buquicito.com
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