EL BUQUICITO

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20 abril 2023

EL BUQUICITO NO. 873 : 18 DE ABRIL PARA LOS VEGANOS

Estos dos interesantes artículos sobre el 18 de Abril, los publiqué en el 2017 pero siempre es bueno recordar la historia.  

18 DE ABRIL DE 1961

Escrito por : Carlos  Lester Mckenzie Hamilton
Trujillo y Monseñor Panal 
El martes 18 de abril de 1961 amaneció soleado en la Concepción de La Vega Real. Cursaba el quinto curso de primaria en la Escuela República de Panamá, luego Padre Lamarche, justo al frente de la casa de don Ernesto de la Maza en la calle Jiménez Moya y mi profesora era Milagros Díaz, hermana de Patria, que también impartía docencia y de Amor Díaz, un destacado deportista vegano, primero en ser reclutado por un equipo de Grandes Ligas. 

El salón de clases quedaba del lado sur del edificio, o sea, que se veía la carretera como le llamaban a la calle hoy García Godoy y desde ahí pudimos ver la humareda generada por el incendio a la casa del Padre Henríquez, en la esquina de la García Godoy con Mons. Panal provocado por los paleros y los cocuyos de Petan.

Recuerdo que en el pueblo se respiraba un ambiente anormal y mi padre, Mr. Arnold McKenzie, profesor de ingles del Liceo Dr. Trujillo fue a la escuela a buscarnos junto a mis dos hermanos Gardo (EPD) y Ervin. Nosotros residíamos en la calle Srtas. Villa No. 3, en una casa pintada de verde propiedad de doña Gloria Beato, paralela esa calle a la Jiménez Moya hacia el oeste y cruzábamos a la escuela por un callejón entre las casas de don Ernesto de la Maza, la cual quedaba justo detrás de la nuestra, y la de don Carlitos Jaquez Olivero quien era oficial del Ejercito Nacional con asiento en La Vega para esa época. 

Quiero establecer una relación histórica poco referida entre lo ocurrido en La Vega ese martes 18 de Abril y lo acontecido en San Juan de la Maguana la semana anterior el jueves 13 de Abril de 1961:
Apenas habían pasado unos meses en 1932 para que el Padre Rafael Castellanos Martínez, quien había sustituido a Monseñor Adolfo Nouel, se negara someterse a la dictadura y Trujillo consideró la actitud del religioso como una rebeldía ordenando de inmediato quitarle el subsidio a la Iglesia Católica. 

El 15 de junio de 1954 Trujillo viajo al Vaticano para firmar un Concordato junto al Papa Pio XII, recibiendo la Gran Cruz de la Orden Piana y esto le permitió a la Iglesia Católica volver a tener los privilegios por encima de otras denominaciones religiosas. Al regresar el Jefe, el comediante nacido en Santiago, Rafael Tavarez Labrador, mejor conocido como Paco Escribano, popularizó un estribillo a través del programa de radio que tenía por HIZ Broadcasting Nacional que estaba en la Av. Capotillo hoy Av. Mella y que decía: “Mamita llego el obispo, llego el obispo de Roma, mamita si usted lo viera, que cosa linda, que cosa mona” … 

Sin embargo, el 31 de enero de 1960, y mediante una Carta Pastoral, la Iglesia Católica mostró su desacuerdo con el régimen, destacándose los Monseñores O’Reilly (San Juan de la Maguana) y Panal (La Vega) y las críticas desde el púlpito agudizaron la crisis entre la tiranía y la Iglesia Católica.     Entonces Trujillo recrudeció los ataques al clero y promovió protestas contra los obispos. Se comentaba que Mons. O’Reilly mantenía una “especial consideración” del gobierno de los EUA en el momento del conflicto con el Jefe (1961) porque los Kennedy y los O’Reilly eran oriundos de Massachhusetts y existían relaciones primarias de amistad desde décadas atrás.

En el segundo lustro de la década de 1950 Trujillo crea el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) para perseguir, reprimir, torturar y hasta asesinar a sus opositores y esta tenebrosa organización contaba con agentes secretos (calies –el pueblo les llamaba calieses-) bajo las ordenes de Johnny Abbes García, quien recibía órdenes directas del Generalísimo atemorizando a la población para lo cual contaban con varios centros de reclusión para llevar a los detenidos, entre ellos, el Km. 9 de la carretera Duarte y la 40, ambas en la capital y de las cuales hubo muchos que no salieron con vida. 
Después de la Carta Pastoral de los obispos leída en todas las Iglesias Católicas el 31 de enero de 1960, el Generalísimo duró cinco semanas consecutivas debatiendo con sus colaboradores la posición de su Gobierno frente al clero católico, acogiendo finalmente las recomendaciones de Johnny Abbes García jefe del (SIM). 

Enterados los obispos de la acogida a lo sugerido por Abbes García, a principios de marzo se efectuó un encuentro pastoral entre las principales autoridades eclesiásticas, donde se redactó una segunda Carta Pastoral en la cual los mitrados demandaban la libertad de los presos políticos antes de la Semana Santa prevista para mediados de abril de ese año. “La guerra entre el régimen y la Iglesia Católica ya esta decretada” expreso el jefe del SIM a Trujillo. El obispo de San Juan de la Maguana, monseñor Tomas F. O’Reilly, ciudadano norteamericano y el de La Vega, monseñor Francisco Panal, nativo de España, quizás por su condición de extranjeros, fueron los mas castigados por las acciones delictivas del SIM. 

El jueves 13 de abril de 1961 los paleros atacaron la Casa Curial en la calle Trinitaria esq. Duarte en San Juan de la Maguana e intentaron asesinar a Monseñor O’Reilly sin lograr su objetivo, mientras que en La Vega el martes 18 de abril siguiente los paleros llegaron a la Casa Curial en la calle Mella, frente a la clínica del Dr. Julito Espaillat con la misma intensión, sin lograr su objetivo, y en ambas ciudades hubo prisioneros con la consiguiente atmósfera de inseguridad de parte de la población. 

En San Juan de la Maguana turbas de bandidos, organizados por sicarios del régimen vociferaban palabras obscenas tanto en la puerta de la iglesia como en los frentes de la residencia de Mons. O’Reilly, al extremo de tratar de incendiarla. En La Vega grupos de prostitutas borrachas, traídas de otros pueblos, interrumpían los oficios religiosos dentro de la catedral y los vehículos de los sacerdotes desaparecían misteriosamente para luego aparecer por los frentes de reconocidos prostíbulos y casas de citas de la ciudad.

En la catedral de La Vega, el 4 de marzo de 1960 y en presencia de Trujillo, en un Tedeum al que había sido invitado el Padre de la Patria Nueva y Perínclito Barón de San Cristóbal, el obispo Panal dijo lo siguiente: “Si vos lo ignoráis, yo os lo informo, las cárceles están llenas de prisioneros políticos que son torturados a diario, el pueblo padece hambre, numerosas familias carecen de alojamiento y viven en la miseria. Si mis palabras deben causar victimas, estoy listo para ser la primera”.    Acto seguido Trujillo instruyo al jefe de su escolta diciéndole: “Vaya, que le entreguen ese papel”. 

Hace unos 40 años que resido fuera de nuestra Vega y hoy me pregunto:   Por que se sustituyó  el nombre de la avenida 18 de Abril por el de Mons. Panal ? Creo que esa fecha histórica cargada de valentía y gallardía netamente vegana, es mas que importante para el conocimiento de las nuevas generaciones y bien pudo compartirse el nombre de la referida vía de la siguiente manera :  Mons. Panal desde Domingo Savio hasta la intersección con la García Godoy y 18 de Abril de ahí en adelante hasta el Mercado Municipal. 

Ohhhh Vega de mis recuerdos ¡
Hasta una próxima entrega sabatina, fuerte abrazo vegano para todos ¡

Carlos  Lester Mckenzie Hamilton
 

HOMILÌA DESAFIANTE

Escrito por:  Ángela Peña, periódico HOY , 19 de marzo del 2011

Sólo los que estuvieron en la iglesia Inmaculada Concepción de La Vega el cuatro de marzo de 1961, pudieron enterarse, entonces, del contenido del sermón que provocó la ira trujillista, porque en la prensa fue atacado, pero no reseñado. Fue después del tiranicidio cuando se hicieron públicos la oratoria y el enojoso momento que pasó “El Jefe”.

Monseñor Panal

Manuel de Jesús Javier G., Manuel R. Martínez Quiñones y Radhamés V. Gómez P., por razones obvias, se limitaron a detallar las obras que Trujillo construiría en aquel pueblo, la espléndida recepción que le ofrecieron en el Casino Central, la devoción que le juraron los escolares y la colectividad vegana, la multitud que vibró de emoción en el desfile y “los encendidos vítores y otras demostraciones de cariño y lealtad” tributados por el pueblo en los alrededores del templo. De la misa prelaticia sólo se describió la llegada del “Ilustre”, el recibimiento popular, los acompañantes del dictador y que en el presbiterio Trujillo fue afectuosamente recibido por el obispo de la diócesis quien pronunció las palabras de bienvenida.

También que Panal fue asistido por los padres Pedro Ramírez y José Agustín Ramírez y que durante la ceremonia actuó el coro parroquial.

Sin embargo, el siete de marzo salió la primera “Glosa” criticando el “desvertebrado discurso” de Panal, su interferencia en los poderes del Estado y los “párrafos vagos, sin fundamento”, de su homilía. “Su memoria parece ser floja cuando se aparta de las oraciones de su credo para recordar lo que sus ojos han clavado en sus recuerdos”, decía una de las “Glosas”, calificando la homilía como “otro humo de incienso”. El 12 La Nación le dedicó el editorial, “Contra la teocracia”, definiendo el discurso como desgraciado y malintencionado, agregando que la jerarquía católica abusaba de su poder. Muy someramente hablaron de que el clérigo había denunciado situaciones de pobreza y miseria existentes en La Vega.

Pero Panal dijo más. Entre los que acompañaban a Trujillo estaban R. Paíno Pichardo y Virgilio Álvarez Pina y, como guardaespaldas, Víctor Alicinio Peña Rivera. Los dos últimos contaron después la tensión que imperó en toda la celebración del solemne tedeum.

“Permitidme, "Amado Jefe, que en la intimidad con nuestro Dios, os cuente, de amigo a amigo, mis penas más íntimas, que en esta ocasión son tan hondas y amargas como no las he sufrido en el pasado, ni creo que las pueda pasar más intensas en lo futuro”, manifestó Panal" . Agregó que estimaba que el “querido Jefe” no estaba bien enterado, “al menos minuciosamente”, de la abominable campaña atea, anticlerical, antisocial, antitrujillista perfecta y comunista pura, que se llevaba a cabo por la radio y la prensa “en la forma más sacrílega e impía”.

Detalló necesidades apremiantes en La Vega, como necesidad de trabajo, viviendas, alimentación, y reveló los destierros y prisiones. Terminó pidiendo vivas para la iglesia católica, el Romano Pontífice, la jerarquía eclesiástica dominicana, el pueblo y el clero católicos, lo divino y lo sagrado, esperando que los templos se liberaran de toda execración. Entonces le dio la bienvenida a Trujillo.

Peña Rivera cuenta que en un momento del acto religioso, Panal pidió a todos que se arrodillaran y le obedecieron, menos el “Benefactor”. Panal esperaba y Trujillo permanecía de pie, hasta que Álvarez Pina le tocó en el hombro y el “Perínclito” se hincó. Panal sufrió persecución, humillaciones y vejámenes inenarrables pero sobrevivió a la llamada “Era de Trujillo”. Casi ciego, en silla de ruedas, terminaron sus días. Murió el 13 de agosto de 1970 en el hospital “Dr. Salvador B. Gautier”, de Santo Domingo, y su cadáver fue trasladado a La Vega.

Publicado en el periòdico Hoy el 19 de marzo del 2011

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