EL BUQUICITO NO. 851 : CORONADA SIN SER REINA

ME AGARRÓ FIRULAIS

11 de agosto del 2022

Escrito por Vanessa Rodríguez Messina

No me gusta ni siquiera decir el nombre del virus  y de hacerlo, prefiero referirme a "Firulais" o al coronavirus.      Y es que desde que empezó la pandemia, por mi trabajo,  he estado en contacto cercano con muchas personas portadoras "sanas" y no tan sanas, hemos hablado con pacientes en fila esperando para las tomografías, sin contar lo que están en la emergencia, cafetería o salas de espera, en fin, durante todo esto tiempo, me he sentido totalmente confiada en que a mi no me agarraría porque he mantenido las reglas de protección y cuidado sanitario general, sin llegar a la exageración, mas dos vacunas.  Con el criterio de que al "que le va a dar, le da", aunque tenga un año sin salir, como ha sido el caso de muchas personas

Pero que va, cuando ya creía que estaba a salvo  (no he bajado la guardia)  !! el intruso se metió en mi cuerpo y ni me di cuenta, de cómo llegó, ni  de dónde, ni quién me lo pegó.  Pero vino despacio, en la madrugada, retorciendo mis coyunturas de pies y manos sin dejarme pegar un ojo, mientras un escalofrío me "engrifaba" toda la piel y la boca seca indicaban que mi temperatura estaba subiendo.  Me tomé dos Tylenol y dormí, con la esperanza de levantarme mejor, pero que va, casi no pude abrir los ojos, ni mucho menos la boca, ni podía tragar del dolor en la garganta.

Ni modo, me dije que después de esa mala noche,  con el baño me sentiría mejor, pero al tratar de levantarme, la cabeza me daba vuelta y volví arroparme hasta entrada la mañana.  No pensé en el virus, porque luego de casi dos horas de descanso, los malestares habían casi desaparecido,  pero me preocupó la fiebre y me puse en alerta , vino mi hija con una prueba casera, me metió el isopo en la naríz hasta donde dicen "cirilo" y a los dos minutos, estaban claramente marcadas las dos rayitas que indicaban que estaba positiva, mejor dicho "Coronada" 

Yes, significó que ahí mismo todos en la casa me hicieron el blanco, se colocaron mascarillas y cerraron la puerta de la habitación para que evitar contaminación ambiental.  Mi esposo Orlando se sentó en su escritorio y de ahí  no movió.  El almuerzo y cena fueron servidos por separado.  Primero el, luego yo.  Designé un vaso y taza exclusivamente para mi uso, lo mismo que el baño, me fui al de las visitas.  Todos "de lejito".

Ni qué decir, informar también a mi oficina y especialista para empezar el tratamiento, que de tanto oír, ya me lo sé de memoria, pero cada maestro tiene su librito y con eso no se juega.   Así que de inmediato receta en mano arranqué con vitaminas, analgésicos, antibióticos, expectorante, etc. etc y por supuesto, dos días después, con el estómago hecho tiras y recomendado para la hilacha.

Ya "coronada" trato de mantener la fiebre a raya con Tylenol y hasta friega de "bay rum".  Tomo líquido y más líquido (aunque pase la noche haciendo pipí).  Para la garganta   gárgaras de vinagre de manzana con sal, spray, enjuagues (uno hasta me peló la boca) y la verdad que el dolor agudo ha sido lo más molestoso.  No dolor de cabeza y algunas veces me sale un "pecho"  al toser que espanta a cualquiera.  

Paso los días quieta como una postal, viendo TV, leyendo y escribiendo para EL BUQUICITO.  Salgo de la habitación solo para ir al baño, sentarme a la mesa e ir a la cocina, para así no contagiar y esperando, pronto dar negativo para integrarme a la rutina diaria.

Olvidé contarles que esta semana la tenía reservada como vacaciones, para recibir mi entrañable amiga Mayra B, que vino desde los países a pasar unos días en el país, con planes de disfrutar  en la playa, en un bello apartamento frente al mar donde nos  esperaban para tratarnos  a "Cuerpo de Reinas"  O sea ... que me quedé "coronada" o mejor dicho "con el moño hecho" y es que ya lo decía Elupina Cordero "lo que escrito está faltar no puede".

11 de agosto del 2022