EL ACEITE DE COCO
En 1960, se hizo un
estudio de dos islas del Pacífico, Pukapuka y Tokelau, donde se tomó en cuenta
la población completa de ambas islas. Los científicos querían evaluar la salud
de éstos. La dieta de la población de ambas islas era alta en grasa proveniente
del coco (grasa saturada), pero siguió siendo baja en colesterol. Todas las
comidas contenían coco, también
utilizaban el aceite de coco para cocinar y la salvia de coco como
endulzante.
En conclusión, los
investigadores reportaron que su salud era extremadamente buena comparada con
los estándares occidentales. No habían señales de enfermedades de los riñones,
ni hipotiroidismo tampoco hipercolesterolemia (colesterol elevado en la sangre).
Todos los habitantes eran delgados y saludables a pesar de su dieta alta en
grasa. Los problemas digestivos eran raro, estreñimiento infrecuente. Las
personas promediaban dos evacuaciones intestinales (para el baño, twice) al día
y en general desconocían las enfermedades como la aterosclerosis, enfermedades
del corazón, colitis, cáncer de colon, hemorroides, úlceras, diverticulosis y
apendicitis.
Otra serie de estudios
hechos en el 1990, conocidos como el estudio de Kitava (Kitava Study), examinó la
salud y dieta de las personas de la isla de Kitava en el sur del Pacífico. Por
un período de varios años, la población los cuales mantenían su dieta
ancestral, rica en coco y aceite de coco, fueron estudiadas. A pesar de que los
investigadores estaban preocupados por “el alto nivel de consumo de coco”, no
encontraron evidencia de enfermedades el corazón—nada. No había presión alta, ni
aterosclerosis, ni angina (dolor en el corazón), ninguna muerte por cardiopatía
isquémica ni por accidente cerebrovascular; ni hubo tales muertes jamás
registradas por las autoridades médicas en la isla. Según los estudios, el coco
y sus productos protegen el corazón, estimulan el sistema inmunológico y regulan
el metabolismo.
DOSIS ADECUADA DE COCO Y SU ACEITE
OTRAS FORMAS DE TOMAR ACEITE DE COCO
Si no te gusta beberte el
aceite de coco puro por cucharadas, tampoco te gusta la leche y no tienes acceso
a coco fresco, puedes intentar uno de los siguiente métodos:
1 – Utiliza el
aceite de coco para cocinar.
2 – Mézclalo con aceite de oliva (50-50) y úsalo
como aderezo para tu ensalada.
3 – Úsalo en batidos, jugos, con el té o
cualquier otra bebida.
No importa cómo prefieras el aceite de coco, lo
importante es que lo consumas y que principalmente elimines todos los aceites
vegetales procesados para cocinar, porque son propenso a oxidación lo que causa
radicales libres y conlleva a un sin número de problemas de salud, y uses el
aceite de coco como sustituto que por su grasa saturada no es propenso a
oxidarse al meno que sea calentado a altas temperaturas.
Los aceites
hidrogenados son extremadamente dañinos, ya que contienen grasa trans, una grasa
tóxica que se produce en el proceso de hidrogenación.
Recuerda que al aceite de coco no es un
alimento mágico y aunque provee una cantidad increíble de beneficios de salud,
no lo cura o alivia todo. Ciertas bacterias y virus no son vulnerable al aceite
de coco, miles de condiciones tampoco son afectadas, así que si tienes algo
grave, considera buscar ayuda profesional. En adición al aceite de coco, haz cam
No salió completo.
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