Escrito por Vanessa RodrÃguez Messina,
31 de agosto del 2015 - Actualizado 27 de agosto del 2019
Volando por encima de Ericka |
Planifiqué mis
vacaciones para coordinar la fecha con la actividad y estar presente junto a
Sandy Santana, una gringa que también
trabajó en el programa y otra amiga con sus nietas.
Arreglé con tiempo en mi casa, oficina, mi ropa y maleta para no
dejar nada de último minuto.
Ahh, pero no contaba con
Danny, ni con Ericka, dos tormentas que vinieron a traer preocupación, no porque le tuviera miedo a los aviones, sino porque como nuestra reservación era un dÃa antes del evento, cualquier retraso o cancelación por
culpa del mal tiempo iba a echar por tierra los planes de tantos meses .
Con Danny, la cosa no fue
preocupante, solo trajo un poco de agua, pero cuando vi la trayectoria de Ericka me puse “chiva” porque
justamente estaba supuesta a pasar por SD a la hora que el avión salÃa hacia
“los paÃses”.
El dìa anterior al viaje los super estaban “timbÔ , filas larguÃsimas y las cajeras malhumoradas por el tumulto. Ni carritos habÃa disponible. Afuera el cielo encapotado y una brisita
huracanada auguraba mucha lluvia. El Ministerio de Educación suspendiò la docencia para el viernes .
Durante la noche estuve
pendiente del cielo y la brisa. Amaneció nublado y lloviendo. Yo no estaba tan segura de que podrÃa
viajar.
Mi amiga la gringa me dijo que estaba considerando
quedarse. Que llamaba a la aerolÃnea y no obtenÃa respuesta, que seguro cancelarÃan el vuelo. Cuando la fui a buscar estaba
asustada pero decidió ir.
Cuando Ãbamos en
la “pista”, mi hija me llamó y me informó que debido la tormenta en su oficina despacharÃan al mediodÃa que si
suspendÃan el vuelo ella nos iba a buscar de vuelta.
En el counter pregunté si habÃa retrasos y nos
explicaron que no. Nos chequeamos y en el gate
de espera, vimos que todo el movimiento en el aeropuerto seguÃan normal. Afuera llovÃa y escampaba,
hacÃa mucha brisa, salÃa el sol, las nubes cargadas, todos los pasajeros tensos, pero puntualmente anunciaron que podÃamos abordar.
Ya dentro del avión la lluvia arreciò y me preparè mentalmente para las turbulencias. Entonces se me calmè yo misma sacando la conclusión mental de que los pilotos no pondrÃan en riesgos su
vida ni las nuestras, que confiara primero en Dios y luego en ellos.
Puedo asegurar que ese fue el viaje màs tranquilo y sereno que he tenido.
Sobrevolamos a Ericka y ni cuenta nos dimos. No hubo turbulencia, ni tembladera. Un poco de nubes al subir, pero a los 10 minutos de estar en el
aire vimos que el sol entraba a raudales por las ventanillas, la luz y el azul del cielo nos inundò de energìa, sonreà para mis
adentros, di gracias a Dios, me acurruqué en mi asiento y dormà hasta aterrizar.
Moraleja : Los fenómenos climáticos son impredecibles.
Moraleja : Los fenómenos climáticos son impredecibles.
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Viernes 28 de agosto del
2015
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