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La “Neuroteología” es un campo único de la escolaridad y la investigación que busca entender la relación específica entre el cerebro y la teología y, mucho más en términos generales entre la mente y la religión.

Los eruditos en este campo, se esfuerzan por explicar la base neurológica para las experiencias espirituales como “la percepción del tiempo y el miedo o la auto-conciencia se han disuelto; el asombro espiritual; la unidad con el universo”.

Sin importar las creencias religiosas, cada  vez son más frecuente las personas que acuden a retiros espirituales,  siempre en busca de crecimiento personal.  Los retiros ignacianos, de yoga y meditación,  son muy populares y a menudo son asociados con fuertes respuestas emocionales, reducción del estrés y mejora del bienestar; las experiencias de transformación espiritual incluso pueden producir transiciones que cambian la vida de quienes las experimentan.

Dr. Andrew B. Newberg
El doctor Andrew B. Newberg es un neurocientífico que estudia la relación entre la función del cerebro y los estados mentales. Es un pionero en el estudio neurológico de las experiencias religiosas y espirituales, especialmente del campo de la  “neuroteología”.   Su investigación incluye el hacer escaneos de cerebros de sus pacientes en oración, meditación, rituales y, estados de trance, en un intento por entender mejor la naturaleza de las prácticas y actitudes religiosas y espirituales.

En su último estudio el Dr. Newberg,  da un paso importante hacia la comprensión de los efectos neurofisiológicos de los ejercicios espirituales prolongados.

Newberg señala : “Nuestro estudio muestra cambios significativos en los transportadores de dopamina y serotonina después del retiro de siete días, lo que podría explicar los beneficios reportados por los participantes de las experiencias espirituales.” Teniendo en cuenta los cambios psicológicos y espirituales anticipados, se planteó la hipótesis de que habría cambios significativos en la dopamina y / o la serotonina.

El equipo de científicos realizó un análisis a 14 individuos,   entre 24 a 76 años, basado en un conjunto de imágenes cerebrales   de tomografía computarizada de emisión de fotón único (SPECT) para medir los cambios, tanto en el transportador de dopamina (DAT) como en el transportador de serotonina (SERT), antes y después de que los sujetos participaran en un retiro espiritual de siete días.  También los   participantes   completaron una serie de encuestas orientadas en determinar el estado anímico y psíquico.

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Las conclusiones post-retiro revelaron una disminución entre el 5 y 8 % del transportador de dopamina y una reducción del 6,5 % del transportador de serotonina, lo que provoca que haya más de estos neurotransmisores disponibles en el cerebro. Esto se asocia con las emociones positivas y sentimientos espirituales. En particular, la dopamina es responsable de mediar en la cognición, la emoción y el movimiento, mientras que la serotonina se relaciona con la regulación de las emociones y estado de ánimo.

Los resultados,  preliminares, sugieren que la participación en un retiro espiritual puede tener un impacto a corto plazo sobre la función de la dopamina y la serotonina en el cerebro, y que esto está relacionado con las diversas expresiones emocionales y espirituales.

En cierto modo, nuestro estudio plantea más preguntas que respuestas“, dijo el Dr. Newberg. Y añade: “Nuestro equipo tiene curiosidad por conocer qué aspectos del retiro causaron los cambios en los sistemas de neurotransmisores y si diferentes retiros producen diferentes resultados. 

Y enfatiza que la neurotelogía proporcioná una comprensión más profunda de lo que significa para una persona ser religiosa.